Angie siempre sorprende con sus divertidas y originales anécdotas, como cuando compró unos robots porque se sentía sola. Esta vez Click to News descubrió que la joven tiene un nuevo emprendimiento: un criadero de ardillas. Parece que en una de sus caminatas por el impenetrable chaqueño encontró una, la metió en su mochila y la llevó a su casa. Allí hizo la cruza con un caniche y se reproducieron tan rápido que ahora su casa está invadida de las «ardiniches»: una criatura con forma de ardilla pero blanca y llena de rulos como los caniches. Al parecer Angie ya tuvo varias propuestas de señoras de Recoleta que quieren tenerlas como mascota. ¿Las adoptarías?