El domingo pasado Angie Velasco acompañó a su prima de ocho años a caminar durante la hora permitida para cortar con la cuarentena obligatoria. Lo hizo por su barrio, cuando se golpe comenzó a sentir un ruido en la panza poco común, e intentó ver dónde había un baño cerca.

Claramente estaba casi todo cerrado, y al girar la cabeza se acordó que en esa cuadra vivía Pampita Ardohain. No lo dudó y corrió a tocarle el timbre. Atendió la empleada, le dijo que al señora estaba descansando, pero que le preguntaría y volvería. Angie la apuró, le dijo literalmente «me estoy cagando».

Por suerte tuvo final feliz, Mónica le abrió la puerta y Angie pudo hacer caca en la casa de Pampita. Claro que esto no le salió gratis, la influencer pasó 14 horas jugando y sacándose fotos con los hijos de la modelo, pero valió la pena.