Parece que Ori de Mierda tuvo un problema de logística durante la cuarentena: horas antes de que el presidente Alberto Fernandez anuncie el aislamiento obligatorio por la pandemia del virus COVID-19, la influencer se encontraba dentro de una sala de escape y quedó varada. De acuerdo con lo que contó a este portal Roberto, el electricista del lugar, hace algunos días escuchó sollozos provenientes de la sala de «Mi pobre Angelito». Cuando abrió la puerta se encontró a Ori resolviendo los acertijos por trigésimo cuarta vez. Finalmente Ori pudo salir luego de 63 días de encierro y, al parecer, sobrevivió porque se alimentó con «semillas del ermitaño» y unas pelusas que había en el piso.